Contra Terpsícore (Ángel Ortuño, en la voz de Luis Eduardo García)

Contra Terpsícore (Ángel Ortuño, en la voz de Luis Eduardo García)

70 Sekunden

Beschreibung

vor 4 Jahren

Hay quienes dicen que Robespierre no bailaba. Mienten. Por el
contrario, son ya irrefutables las pruebas de que la principal
pasión de Adolf Hitler no era el poder sino el baile. La danza
–se nos dice– está indisolublemente ligada al nacimiento de las
religiones. ¿No es suficiente esto para aborrecerla? Víctima de
un atroz error geográfico, habito entre un pueblo de danzantes,
de epilépticos por vocación cuyo mayor entretenimiento es el
tumulto febril y el descoyuntamiento propio de los atacados por
la rabia. Sus reuniones hacen que comprenda el odio de Dios por
sus criaturas. Son la refutación del solipsismo: es imposible que
yo pudiera imaginar algo siquiera parecido (¿necesito decir que
yo soy el que existe?). Sueño que Genghis Khan se abate sobre
ellos como una redentora ola de mutilación.

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